lunes, 28 de mayo de 2012

777

Me duele la vida, estos 20 años son iguales que los 19 con la diferencia que decir veinte es como clavarte un cincel de acero en el diafragma delante de un grupillo de personas que hacen cola para comprar mazamorra en Barranco. Así se siente...deshonroso. ¿Por qué? No sé, me gusta esa palabra.

No me gusta mi edad, no creo merecerla, no siento que la esté representando bien ¿se dan clases o algo?
Estoy muy aburrida, suena el teléfono y no pienso entusiasmada en la idea de que pueda ser alguien que me conecte a la exasperación, no actualmente. Despierto de la misma manera con la que me acuesto, ya sin aclarar desesperada que es la misma cama y posición desordenada. Pues bien...hablo de esa sensación interna de monotonía a la expectativa. ¿De qué carajos estoy hablando? Que mis Rominas amanecen sin mayores emociones y se duermen de la misma forma, sin nada qué contar...estreñimientos tal vez, una taza rota, una náusea frecuente, el desempleo como un don. Lo demás como el ajonjolí en la vida...no importa demasiado. La realidad sin vibrate mode en todas nosotras las 777 personalidades que cohabitan adhesivas, asfixiadas, opuestas las unas de las otras y aburridas...degeneradamente aburridas en mí. Capaz me ocurran eventos con mayor interés nacional en el día y no me esté dando cuenta. ¿Es algo por lo que hay que dejar activada a la preocupación? Y sí, ya que si no, básicamente no me quedaría nada más por hacer. Exagero, claro que sí pero ¿qué del corazón si no exagera 2 veces al día?
No me gustan las aceitunas, quizá de ahí pueda sacar algo, una historia, una novedad, quizá te estés aburriendo jodidamente y quieras ir a jalar la palanca que olvidaste o mientras lees capaz que te estés sacando un moco y seguramente ese moco o esa manija plateada formen parte de tu día, tu tarde y consigas recordarlo en la noche, contarlo en el desayuno del día siguiente. Yo lo dudo mucho y no lo recomendaría.



 En realidad, ya va, claro que sí hay cosas qué contar y como tiempo me sobra más no el dinero, aquí un ejemplo de lo que quiere narrar mi espíritu:

Lo conocí a través de una red social, nada sofisticado y terriblemente usual. Vagos rumores, nada alarmante. Pasó un largo año y nunca le vi el rostro, a medias en verdad. Ya había escuchado su voz muchas veces, llamadas zombies inquietantes dolorosas, notas de voz, y para ser franca ya lo empezaba a querer. Es tonto en verdad porque dos cosas: 1.- Morir estrangulada 2.- Mamá dijo que no hablemos con extraños. Estoy segura hay 3 y 4 pero ahorita no estoy siendo tentada.
El entusiasta del muchacho en el inicio de la relación conocer-saber-entender-aceptar-alucinar, llevaba alta la afición, el afan e interés, acaso fascinación. Entonces uno observa y en reserva confiesa caramba éste hombre ¿de dónde ha salido para no devolverlo? Uno piensa a veces con el alma y porque puede. Entonces yo desconozco lo que ese hombre haya pensado. Ambos con cerebros similares, arrugados y rosados según mi enciclopedia visual de los seres vivos del Comercio (...y bueno) pero por más parecido que físicamente sean nuestros cerebros...a lo que no tengo acceso es a su alma. (En realidad tampoco al rollo del cerebro ya que si fuera cierto bastaría con diseccionarlo para encontrarse con los pensamientos, cosa loca e improbable)
Entonces nada, nada entonces. Él me llamó linda, partamos de ahí.


Le dije para vernos que más que vernos, conocernos y sentirnos, es decir ¿eres real? ¿ésto es un hombro? ¿estas son tus patillas? Y tocarlo y creer que de verdad existe el chabon porque es tiempo de mencionar que ya había desarrollado sentimientos de amor. Y que no piense que le voy a pedir matrimonio...solo verlo, ¡solo verlo por el amor al hombre bicentenario! Verle la puta cara de una vez, no es necesario mayores verbos comprometedores, podemos ser grandes amigos. No te iba a pedir que te apoderes de mis partes vitales, tampoco iba a dejar que encantes fácilmente mi área motriz del lenguaje somatosensorial y visual, no tan fácil. No si no era indispensable. Basta leerme. Basta entender ésto. No por nada navegue antes por google hoy.

Me atreví pues como los grandes indomables de la historia de los que recopilan información para los libros de historia, a viajar hasta su distrito y dejar en algún firmamento optimista un regalo y una carta para él. Y digo "viajé" porque tomé dos carros para llegar al destino final. Flaco, no conozco tu casa pero te dejo éste presente en éste lugar y espero que estés vivo para que vayas a verlo y te enamores más de mí.



No fue, y cuando digo que no fue, no fue y cuando digo dos veces que no fue es porque NO FUE.
Acá un claro enigma. El tipo claramente no quiere que lo vea, ¿acaso una cirujía mal obrada? ¿acaso un miembro viril de color verde que no anda pero baila? Eliminemos ésta pregunta de nuestras vidas ahora.
¿Acaso un pasado oscuro como espía encubierto utilizando apelativos peculiares tales como Kassandra?
Cuentos, patrañas. Por último yo lo puedo entender, claro después de asimilarlo con un bol de cereales varios. Fin del tema.
Te dicen cosas lindas y uno ya por instinto de conservación las toma, las guarda, llega a casa y las remoja en té, las mira deshacerse porque eso son...deshechos. Deshechos lindos que mierda.

Ya para acabar con ésto que ya veo que me tienes minimizada por andar tuiteando y esperando RT's a lo loco... El que dice querer algo, sencillo mi amor, va y lo coge, lo mira, lo utiliza, lo que tus antojos y tus ganas decidan...pero LO HACE. No se queda queriendo. El que tiene huevos lo encara y el resto es el resto, pésimo sinónimo.


 ¿QUÈ FUISTE? Un user sin cara. Embarrado de iconos y misterio en caracteres. Tranquilo, segura como que existe mi alma me atrevo a decir casi avergonzada que el otro mes tendré un novo impasse sensiblero y no será precisamente por ti. Ya está, ¿si ven niñas que hoy tuvimos algo qué contar? Terminamos, vámonos a casa. Ya les contamos que las aceitunas a nosotras...no nos gustan.